Una lectura entretenida, ágil, con intriga en la línea de la autora.
El relato me ha resultado especialmente atractivo al incluir el tema de los bibliófilos, los libros incunables, códices y facsímiles, un mundo que desconocía, pero que he entendido que se ha instaurado en los más profundos deseos de algunas personas y maneja cifras astronómicas de dinero.
Unai ya no es inspector de la Ertzaintza (policía del País Vasco, España). Tras todo lo ocurrido en los libros anteriores, ha decidido dedicarse a algo más tranquilo pero, por supuesto, íntimamente relacionado con lo suyo: hacer perfiles criminales.
Su ex compañera Estíbaliz le pide ayuda pues en Vitoria se ha cometido un asesinato y junto al cadáver ha aparecido sangre: al realizar la prueba de adn, se descubre que la sangre es de la madre de Unai.
Algo que es imposible, su madre murió hace más de treinta años al dar a luz al hermano pequeño de Unai.
Y no sólo eso: al poco Unai recibe una llamada: alguien le dice que tiene retenida a su madre y que sólo la liberará si le entrega el libro negro de las horas de Constanza de Navarra.
Ya son demasiadas las coincidencias y, obviamente, Unai no puede dejar de investigar. ¿Quién es la mujer que está enterrada en el pueblo? ¿O no hay nadie enterrada allí? ¿Es posible que su madre sea otra persona y que aún esté viva? Unai investigará su pasado al mismo tiempo que él, Estíbaliz y una inspectora madrileña investigan el asesinato de dos bibliófilos, uno en Vitoria, la otra en Madrid.
«Porque amo los libros, pero los amo por su contenido, por las letras, por las palabras, por las historias que cuentan, por lo que hacen sentir a un lector. Esa es la esencia de los libros: transmitir historias, permitirnos vivir otras vidas de manera vicaria durante unos días.
Acabé aborreciendo el negocio del coleccionismo de libros porque lo importante era el continente, el elemento físico, el soporte: qué impresor dejó su colofón, en qué imprenta, en qué ciudad, en qué año se imprimió.
O si el papel está intonso, algo que no soporto, porque significa que el libro no ha sido desvirgado y ningún lector lo ha leído. Entonces, ¿para qué fue escrito, para qué fue publicado? «
El libro negro de las horas ha sido una lectura que me ha atrapado, que me ha gustado y con la que he disfrutado porque, además de la trama central de la investigación, está llena de citas y referencias a los libros que a todo buen lector le hace su agrado.
Desde la primera página impacta con algo que te deja en shock y tienes la necesidad de saber cómo ha ocurrido hasta el final.
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