No hay que ser un lince para ver que la escritora estoniofinlandesa Sofi Oksanen es una mujer que da importancia a su pelo.
La autora y dramaturga, que es toda una celebridad en Finlandia desde que ganó todos los premios posibles de la literatura nórdica con su anterior novela, Purga, lo lleva larguísimo e historiado, con rastas y extensiones en malva, azul y rosa. Dice que cuando llueve se lo enrolla en la cabeza y lo usa de paraguas.
En su último libro, Norma, que publica ahora Salamandra, la protagonista tiene un superpoder poco visto en los libros desde Rapunzel: su pelo es hipersensible y capaz de captar actitudes y situaciones. Oksanen aprovecha también para hacer reflexiones lacerantes sobre la industria de la belleza.
El nuevo libro de Sofi Oksanen cuenta la historia de Norma Rossi, una chica especular cuyo pelo crece más de un metro al día. Al comienzo del libro, la madre de Norma, que trabaja como peluquera, es arrollada por el metro y las causas del suicidio se clarifican a lo largo de la narración. Los salones de belleza y el cabello tienen grande importancia en la historia.
El libro transcurre en la zona hipster de Helsinki, Kallio, donde además vive la escritora.