«La vida mentirosa de los adultos» es el esperado libro de Elena Ferrante, seudónimo tras el que aún se esconde la desconocida autora, tras el gran éxito de lo que ahora se llama la trilogía de la “La amiga estupenda”.
«Dos años antes de irse de casa, mi padre le dijo a mi madre que yo era muy fea».
Aún en el contexto de una Nápoles que palpita y vive entre los edificios del Rione Alto de San Giacomo de Capri y la zona industrial baja, se desarrolla la historia de la adolescente Giovanna Trada, la única hija de dos profesores que enseñan en el Liceo.
En esa casa llena de libros e ideas «izquierdistas», a Giovanna solo se le pide que estudie y que le vaya bien en la escuela, porque es solo con sus estudios que su padre pudo emanciparse y escapar de su destino de clase baja.
Pero durante un pequeño desacuerdo familiar, Giovanna escucha una frase de su padre que le promete a su madre, por esa hija hasta ahora acariciada y amada, un destino de «fealdad» similar al de la tía Vittoria, hermana del padre con quien la familia interrumpió durante mucho tiempo todas las relaciones. A partir de ese momento, la vida de la adolescente Giovanna cambió radicalmente y la urgente necesidad de conocer a esta tía descrita como tan malvada e impresentable como una vieja bruja crece en ella.
«El nombre de Vittoria sonaba en mi casa como el de un ser monstruoso que mancha e infecta cuanto toca. De ella sabía poco o nada, la había visto en raras ocasiones, pero -y esa es la cuestión- de aquellas ocasiones solo recordaba la repugnancia y el miedo».
Con un acto de valentía, la niña va al encuentro de la tía Vittoria, descubriendo así un mundo muy diferente al suyo, ciertamente vulgar, lleno de vitalidad, tosco, pero apasionado, lleno de contradicciones y también de realidades que antes no podía comprender.
Del conflicto entre estos dos mundos comienza el camino de Giovanna hacia el crecimiento y la adultez, un camino plagado de mentiras en el que todos cambian constantemente de rostro y perspectiva, mientras que la educación que recibió se desmorona al desvelar engaños y simulaciones que los adultos continúan perpetuando sin descanso para preservar su fachada.
“Ahora que había conocido a Vittoria traté de entender si entre las dos había aspectos en común, pero fue una tarea tan persistente como inútil. Ella era una mujer anciana— al menos desde la óptica de mis trece años — y yo una adolescente: demasiada desproporción entre los cuerpos demasiado intervalo de tiempo entre mi cara y la suya. Además, ¿dónde estaba en mí aquella energía suya?, ¿aquel calor que le encendía los ojos?”
El conflicto con la familia alcanzará los picos más altos y Giovanna se verá desestabilizada por descubrimientos inimaginables que la llevarán a la madurez temprana a través de los muchos errores y decisiones equivocadas que ella también se verá obligada a tomar.
Cruzando muchos temas importantes como el de los propios orígenes, la fragilidad de las relaciones amorosas y familiares, las amistades masculinas y especialmente femeninas, la maldad, el odio, el deseo de redención identificado con una expansión de la cultura dirigida únicamente a este fin, el descubrimiento del sexo incluso en declinaciones desagradables, la búsqueda de la autoestima para ser autosuficiente, Elena Ferrante construye una novela que gracias a su escritura elegante, evocadora y fluida, una vez iniciada es imposible de dejar.
Sin embargo, la autora no se resiste a realizar un pequeño o gran engaño hacia sus lectores, que se revela en la última página que preludia una secuela o la perspectiva de una nueva serie que pueda duplicar el éxito de su anterior.
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