La mayoría de las personas aman a los antihéroes literarios, sin embargo, no todas conocen su definición y qué cualidades los identifican. No se trata de una crítica; por el contrario, estos personajes están cargados de complicaciones e idiosincrasias. A veces no es tan fácil determinar quién es el antihéroe.
Para entender más de qué se trata, cuáles son sus características y cómo identificarlos, ¡tienes que seguir leyendo!
Antes que nada, ¿qué son los antihéroes literarios?
Los antihéroes literarios son personajes que gozan de un papel protagónico dentro de la historia, pero no se caracterizan por tener los valores del héroe tradicional. Y es que, si este último es un personaje lleno de valores, ética y moral impecable; el antihéroe es todo lo opuesto.
En algunos casos, el antihéroe suele manifestar algo oscuro y egoísta, por ejemplo: delitos, vicios y hasta defectos físicos. En este aspecto, la definición está algo inconclusa, puesto que el papel de villano también se ajusta perfectamente a lo antes expuesto.
Así que, los antihéroes literarios son mucho más que eso. La principal diferencia con el villano es que a este los lectores lo reconocen inmediatamente, tal como ocurre con el héroe. Pero al antihéroe suelen confundirlo y hasta empatizar con sus ideas y desear que alcance sus objetivos, sin importar que tenga rasgos «no tan buenos».
Cualidades que definen a los antihéroes literarios
Ya que sabes la definición de antihéroes literarios, ahora te toca de conocer las cualidades de estos personajes que atraen a los lectores.
Tienen su propia moral
Es importante saber que un antihéroe no excluye la moralidad e ignora por completo este factor en las historias. Al contrario, este personaje también necesita de una moralidad que dirija sus acciones y decisiones. Aunque tenga un pasado oscuro, o haya sufrido mucho, su actuación debe ser clara y consecuente, de modo que también tenga cualidades heroicas.
Cumple con el prototipo del héroe pero no es uno de ellos
Un antihéroe literario es aquel que lucha con su lado oscuro, mientras que su ser heroico lo invade, haciendo que todos quieran saber más de él. Su historia se centra en enfrentarse a sí mismo y a su pasado. Se reevalúa para tomar decisiones que, si bien no lo convierten en un ser diferente, lo ayudan a mejorar como persona.
Tiene fuertes debilidades éticas y morales
Queda claro que no se pueden concebir antihéroes literarios sin debilidades, puesto que el lector podría confundirlos con el protagonista tradicional. Las debilidades éticas y morales fuertes se refieren, por ejemplo, a un personaje alcohólico, violento, mal padre, racista…
El objetivo es que sienta cargo de conciencia, hasta que se dé cuenta de que debe cambiar y dejar de lado sus vicios. Para lograr la empatía con el lector, el antihéroe debe mantener un equilibrio entre sus imperfecciones y sus virtudes.
La bondad del personaje
Esta característica siempre está un poco escondida, y el personaje también se resiste a demostrarla.
Estas características en apariencia contradictorias son las que hacen tan interesantes a los antihéroes literarios. Es más sencillo empatizar con un personaje que exhibe cierta ambigüedad.